Las cifras del sector de la dermocosmética en España son francamente alentadoras. Según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, nuestro país se encuentra entre los 10 principales exportadores mundiales de productos de belleza, y como el segundo exportador mundial de perfumes. Hablamos de un mercado con exportaciones que superan los 6.000 millones de euros y productos españoles en más de 175 países, reconocidos por su calidad y diseño.
Sin duda, el mercado cosmético español está en pleno crecimiento: está valorado en más de 9.000 millones de euros y es capaz de generar 40.000 empleos directos y más de 250.000 indirectos, con perspectivas de crecimiento sostenido en los próximos años.
¿Pero qué se necesita para despuntar en esta industria con éxito?
En primer lugar, la ética y responsabilidad son aspectos clave. La formulación, pruebas y comercialización de productos ha de hacerse bajo prácticas éticas, sensibilidad hacia la sostenibilidad, hacia el impacto ambiental de los productos cosméticos, y hacia las expectativas de responsabilidad social y ambiental del sector. Aunque no son las únicas habilidades necesarias, sí es importante enfatizar que, al tratarse de un sector que trabaja con la salud de la piel, la ética es invaluable en esta industria.
Como es natural, es fundamental adquirir una comprensión básica del sector y de los elementos que entran en juego. Estos conocimientos se pueden adquirir mediante masters y cursos dirigidos a profesionales interesados, que incluyen conocimientos sobre el cuidado de la piel, higiene y cuidado personal corporal, facial, producción de cosméticos y controles de calidad, gestión de proyectos y desarrollo de productos.
Los conocimientos técnicos y científicos son primordiales en este sector, pues se trabaja en la fabricación y formulación de productos que tendrán incidencia directa en la salud de la piel. De allí que la habilidad en la formulación de cosméticos sea vital, ya que permite crear productos con ingredientes activos adecuados, siempre bajo el marco de las regulaciones y normativas específicas vigentes. De nada servirá hacer productos prometedores si no se garantiza el cumplimiento en el desarrollo y comercialización de los mismos.
Las estrategias de marketing en el sector de la dermocosmética guardan diferencias con otros sectores. En primer lugar, deben combinar beneficios estéticos y de salud. En este sector, los consumidores buscan productos que no solo mejoren su apariencia, sino alivien afecciones cutáneas o protegerse contra el envejecimiento. Por ello, las campañas de marketing deben comunicar claramente estos beneficios duales, apoyándose en pruebas clínicas y científicas para ganar credibilidad y confianza.
De igual manera, es importante desarrollar competencias interpersonales y de comunicación. Poder transmitir conceptos técnicos y científicos de manera clara y accesible es vital para interactuar con clientes y accionistas, así como para garantizar una atención al cliente que incluya asesoramiento y soporte adecuados.
Para fomentar el crecimiento profesional en el sector de la dermocosmética, es decisivo adoptar estrategias que promuevan el desarrollo continuo y la conexión con el entorno profesional. Dos enfoques clave en este proceso son la formación continua y la participación en ferias y eventos del sector.
La formación continua es esencial para mantenerse actualizado en un campo en constante evolución, como la dermocosmética. Hablamos de una industria que en 2021 alcanzó los 529 mil millones de dólares (486 mil millones de euros) de valor, experimentando un crecimiento del 7% en comparación con el año previo.
Programas como el Máster Online en Dermoestética, dirigido por Lorena Corbacho Fernández, no solo aumentan la credibilidad y el reconocimiento en el campo, sino que también abren nuevas oportunidades de carrera al demostrar un compromiso con la excelencia y la especialización.
Asistir a ferias y conferencias permite a los profesionales establecer redes de contacto, intercambiar ideas con colegas y aprender de los líderes del sector. Además, estos eventos a menudo presentan oportunidades para talleres y presentaciones que pueden enriquecer el conocimiento y las habilidades profesionales.
En la industria de la dermocosmética, existen diversas oportunidades de carrera que abarcan una amplia gama de roles especializados, entre los que destacan:
Para escalar en tu carrera dentro del sector de la dermocosmética, por un lado, es crucial optar por una formación continua. Mantenerte actualizado con los últimos avances y tendencias a través de cursos, talleres y especializaciones adicionales te mantendrá al día competitivo en tu campo.
Por otro lado, construir una red profesional sólida y buscar la mentoría de expertos en la industria también son pasos en la dirección correcta. Participa en eventos del sector, únete a asociaciones profesionales y familiarizarte con quienes están haciendo las cosas como te gustaría hacerlas. Saber qué están haciendo bien quiénes están teniendo éxito es una buena guía para moverte en la dirección en la que quieras desarrollar tu carrera profesional.
La calidad, diseño y competitividad hacen de la cosmética española una potencia mundial.
Con presencia en más de 150 países, emplea a cerca de 300.000 personas, directa e indirectamente.
Actualmente las pymes representan un 84% del mercado, con marcas que se han sabido posicionar muy bien, como es el caso de Freshly Cosmetics, Nuggela & Sulé y Haan, cada una con productos de excelente calidad. Dichas marcas conviven junto a grandes empresas internacionales de origen español como Natura Bissé, Germaine de Capuccini y Alqvimia, lo que habla muy bien del ecosistema de crecimiento y competitividad que hay en esta industria.
Con este panorama, vale la pena optar por una formación continua para estar siempre al día con las nuevas tendencias, ingredientes y estudios, manteniéndote competitivo en el mercado español y mundial.