En la industria farmacéutica, la eficiencia y la calidad son factores críticos que impactan directamente en la seguridad del paciente y la rentabilidad de las empresas.
En este contexto, el Lean Manufacturing se ha convertido en una metodología clave para la mejora continua, permitiendo optimizar procesos, reducir desperdicios y garantizar el cumplimiento normativo.
En este artículo, veremos cómo la adopción del Lean Manufacturing ayuda a mejorar el seguimiento en la producción farmacéutica, asegurando que cada etapa del proceso sea controlada y documentada con precisión.
Lean Manufacturing, también conocido como "producción ajustada" o "manufactura esbelta", es una filosofía de gestión que se centra en la eliminación de desperdicios y la maximización del valor para el cliente. Se basa en la idea de que cualquier actividad que no agregue valor al producto o servicio final debe ser eliminada o minimizada.
Imagina una fábrica donde cada movimiento, cada recurso y cada paso del proceso se analizan y optimizan para eliminar cualquier cosa que no aporte valor real al producto final. Esa es la esencia de Lean Manufacturing.
La aplicación de Lean Manufacturing para mejorar la productividad implica la eliminación de desperdicios y la optimización de los procesos sin comprometer la calidad del producto. Para lograrlo, se pueden seguir los siguientes pasos:
En este sector, los desperdicios pueden manifestarse en forma de tiempos de espera prolongados, sobreproducción, defectos en productos o excesos de inventario.
Analizar cada etapa de la producción permite identificar cuellos de botella y procesos innecesarios que pueden optimizarse.
Esta herramienta clave en Lean Manufacturing consiste en representar visualmente todas las actividades y flujos de un proceso, desde la materia prima hasta el producto final.
Su objetivo es diferenciar entre actividades que aportan valor y aquellas que generan desperdicio, facilitando así la toma de decisiones para mejorar la eficiencia y reducir los tiempos de producción sin comprometer la calidad.
En este paso, minimizar interrupciones es clave para mejorar la eficiencia y reducir variaciones en la calidad.
El flujo continuo es un proceso clave en muchos campos, especialmente en la ingeniería de procesos, la fabricación, la producción y la industria química.
Este tipo de flujo se caracteriza por la continuidad de las operaciones sin interrupciones significativas. Se utiliza para maximizar la eficiencia y reducir los tiempos de inactividad, lo cual es fundamental en sistemas que necesitan mantener un rendimiento estable durante largos períodos.
En la industria farmacéutica, la producción bajo demanda (pull) se ha convertido en una estrategia clave para optimizar la fabricación de medicamentos y productos farmacéuticos.
Este enfoque se centra en fabricar únicamente lo que el mercado demanda, en el momento en que se necesita y en la cantidad precisa, evitando la sobreproducción y la acumulación innecesaria de inventarios.
Y, por último, fomentar una mentalidad de innovación y mejora constante en todas las áreas de la organización, desde la producción hasta la distribución.
Para lograr una mejora de procesos productivos mediante Lean Manufacturing, se utilizan herramientas específicas que permiten reducir desperdicios y mejorar la eficiencia operativa. Algunas de las más utilizadas en la industria farmacéutica son las que vemos a continuación:
La metodología 5S es una herramienta fundamental dentro de Lean Manufacturing y es utilizada habitualmente como punto de partida para introducir la mejora continua en cualquier empresa.
Ayuda a que el personal de planta esté motivado y trabaje en las mejores condiciones. La metodología “cinco eses” fue desarrollada en Japón y cada una de las “S” hace referencia a una acción a realizar para implantar este método:
Es una filosofía de mejora continua que promueve pequeños cambios que optimizan los procesos a largo plazo. Además, el kaizen involucra a toda la organización en la identificación e implementación de esas pequeñas mejoras.
Sistema visual que ayuda en el control del flujo de producción y a minimizar interrupciones. Está basado en tarjetas que indican cuándo y cuánto producir.
Poka-yoke es un término japonés que significa "a prueba de errores" o "evitar errores inadvertidos".
Se trata de una técnica de mejora de procesos que busca eliminar los defectos en un producto o servicio, previniendo o haciendo muy obvios los errores para que el trabajador se dé cuenta y los corrija a tiempo. Fue creado en la década de 1960 por el ingeniero japonés Shigeo Shingo, en la fábrica de Toyota.
La implementación de Lean Manufacturing genera una serie de beneficios tangibles que impactan directamente en la productividad, la calidad y la eficiencia de las operaciones.
Al eliminar desperdicios y optimizar procesos, se generan resultados cuantificables como la reducción de costos operativos gracias a la eliminación de desperdicios como el exceso de inventario, movimientos innecesarios, defectos de producción y tiempos de espera.
Asimismo, se produce un aumento en la eficiencia al optimizar procesos, eliminar cuellos de botella y mejorar la coordinación entre las diferentes etapas de producción.
Del mismo modo, la mejora en la eficiencia y la reducción de tiempos de inactividad permiten producir más con menos recursos, reflejándose en un aumento de la productividad.
La optimización de procesos y la eliminación de retrasos agilizan los tiempos de entrega de los productos a los clientes, mejorando su satisfacción y fidelidad.
Lean Manufacturing también brinda mayor flexibilidad para adaptar la producción a los cambios en la demanda de los clientes y a las nuevas regulaciones de manera más rápida y eficiente.
Además, esta metodología ayuda a las empresas farmacéuticas a cumplir con las estrictas regulaciones y normativas de la industria, como las Buenas Prácticas de Fabricación (GMP).
Finalmente, la organización del lugar de trabajo a través de la metodología 5S y la participación de los empleados en la mejora continua crean un ambiente de trabajo más agradable, seguro y motivador.
El Lean Manufacturing se ha consolidado como una metodología fundamental en la industria farmacéutica, brindando soluciones eficaces para mejorar la productividad y la eficiencia operativa.
A través de la eliminación de desperdicios, la optimización de los procesos y el uso de herramientas específicas, las empresas pueden alcanzar mayores niveles de competitividad y cumplimiento regulatorio.
Si quieres seguir profundizando en el Lean Manufacturing, el Máster Online en Lean Manufacturing de CESIF, cuyo objetivo es ofrecer a los profesionales de las industrias farmacéutica, biotecnológica, alimentaria, cosmética y química una visión profunda, completa y actualizada de los procedimientos para la mejora continua de procesos que permitan a las organizaciones de estos sectores alcanzar la excelencia operacional.
Además, está dirigido por Álvaro Fernández, doctor en Ciencias Químicas por la USAL. Máster en International Business, Ciba-Geigy, Basilea (Suiza). Experto en Lean Manufacturing por KaufmanGlobal, Veenendaal (Holanda).
El programa ha sido diseñado para aportar a los participantes sólidos conocimientos de los conceptos básicos generales y transversales que permitan optimizar la competitividad a través de procesos de mejora continua (algunos requeridos por ley).