La industria biotecnológica de la salud presenta un crecimiento exponencial en España y en el resto del mundo. En este sentido, la pandemia ha puesto aún más de manifiesto la relevancia que tiene la biotecnología para la salud y el bienestar global.
Así, este desarrollo y la excelente perspectiva de futuro representan enormes oportunidades. Sin embargo, el sector no está exento de retos y desafíos.
Para hablar del entorno y retos de la industria biotecnológica de la salud en el presente y futuro, hemos entrevistado a Vicente Torres, Global Senior Director de Terapias orales para Esclerosis Múltiples de Biogen.
La biotecnología no es una disciplina nueva, pero avanza a pasos agigantados y cada vez tiene más aplicaciones en nuestro día a día: desde el desarrollo farmacéutico a la producción alimentaria o el tratamiento de residuos contaminantes, por ejemplo.
Especialmente en el sector salud estamos asistiendo a una explosión de las aplicaciones de la biotecnología. No sólo el avance en terapias de enfermedades complejas, apenas abordadas hasta hace unos años, sino también en áreas como la bioimagen, diagnóstico molecular, biomarcadores, nanobiotecnología aplicada a diagnostico invitro, ingeniería tisular, ingeniería celular, nueva generación de vacunas, identificación de determinantes genéticos asociados a diversas enfermedades, terapia génica, medicina regenerativa, etc., lo cual ha generado un entusiasmo creciente sobre la potencialidad de esta disciplina en hacer realidad la medicina personalizada.
Muchas de estas tecnologías son ya una realidad y se aplican de manera sistematizada en España en nuestros sistemas de salud y hospitales. Asimismo, la capacidad innovadora del sector ha hecho que la biotecnología ofrezca respuestas para protegernos ante emergencias sanitarias como la provocada por la COVID-19 con vacunas, tratamientos y soluciones para su diagnóstico.
Además de todo esto, si hay algo que la pandemia ha demostrado es que la innovación en el área de la biotecnología y el acceso de las terapias y herramientas de diagnóstico a todos los pacientes que lo necesitan de una manera rápida y equitativa, es algo esencial para la sociedad y el bienestar global.
Hoy en día tenemos el know how, la tecnología y los profesionales para desarrollar terapias capaces de cambiar la vida de millones de personas. Ahora, el gran reto es la financiación y el hacer accesibles estas terapias a todos los pacientes.
Es fácil responder a esta pregunta, pues los números hablan por sí solos:
Estas cifras sitúan al sector biotecnológico por delante del sector farmacéutico en España y, por todo ello, las perspectivas de futuro no pueden ser más prometedoras.
Resumiría los retos a los que nos enfrentamos en dos grandes grupos:
1. Los retos de transformación de modelo de negocio: Los avances tecnológicos, las nuevas demandas de los pacientes, la presión de costes a los que se enfrentan los sistemas sanitarios, la exigencia de procesos de máxima eficiencia a nivel productivo, logístico, comercial, etc., así como la necesidad de implementar estrategias sostenibles medioambientalmente, legislaciones más estrictas y el crecimiento exponencial de la digitalización, lleva a las compañías a enfrentar el reto de renovar sus modelos de negocio para adaptarlos a un cambio realmente rápido, lo que muchos llaman entornos VUCA (Volatility (V), Uncertatinty (U), Complexity (C) y Ambiguity (A)).
Un ejemplo de ello podría ser el abordaje de la transformación digital y la utilización de nuevos canales de comunicación con nuestros stakeholders clave. En este sentido, actualmente la industria se encuentra inmersa en la adaptación al nuevo entorno, definiendo e implementando estrategias de omnicanalidad.
2. Los retos relacionados con la financiación y accesos a las terapias biotecnológicas de última generación. Como comenté antes, tenemos la tecnología y los procesos para desarrollar terapias que eran ciencia ficción hace solo unos años. El gran desafío es la financiación y la equidad de acceso a estas terapias. El envejecimiento de la población genera enormes retos en cuanto a que las personas en edad de trabajar puedan sostener con impuestos el coste del envejecimiento y de terapias cada vez mejores y más costosas.
Un ejemplo de contribución a esta sostenibilidad son los medicamentos Biosimilares. En compañías como Biogen, desarrollamos lo mejor de los dos mundos: terapias disruptivas para enfermedades muy complejas en el área de Neurociencias, manteniendo en paralelo un fuerte compromiso con la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, promoviendo el acceso a terapias a un mayor número de personas a través de los tratamientos biosimilares. Así, hemos llevado a cabo una contribución de aproximadamente 2.400 millones de euros en el ahorro de los sistemas sanitarios en 2020 en toda Europa. De esta forma es posible seguir alimentando el círculo virtuoso de la innovación e invertir en terapias de última generación.
El conocimiento multidisciplinar en nuestra industria es clave. Los profesionales, independientemente del área en que trabajen, deben tener una capacidad dual. Eso quiere decir que los profesionales requeridos en el sector tienen que ser versátiles y disponer de conocimientos en diferentes áreas como market access, regulatorio, marketing, medico, customer excellence, bussiness intelligence, legal, finanzas, compliance, government affairs, comunicación, etc., pero con la capacidad de especializarse en una concreta. Esta dualidad no es nada fácil de conseguir y requiere de una formación muy específica de aspectos técnicos, empresariales y de gestión.
En este sentido, los estudios universitarios en España son de una gran calidad y los alumnos salen con una formación técnico/teórica muy sólida. Sin embargo, claramente el conocimiento del mundo empresarial real es algo esencial que no obtienen en sus estudios de grado.
Esto aún es más difícil de obtener en un sector tan complejo, multidisciplinar y rápidamente cambiante como el biotecnológico. Es por ello que para la incorporación laboral a un sector como el nuestro resulta fundamental cursar una formación de postgrado, que permita la conexión entre los conocimientos técnicos universitarios y la realidad de la actividad profesional en el campo de la biotecnología.
Por otro lado, a nivel de capabilities, los perfiles más buscados son aquellos que transmiten pasión y compromiso en todo aquello que hacen; personas resolutivas, con visión estratégica y alta capacidad de trabajar en equipo en un entorno crossfuncional, sin olvidar la capacidad de implementación y de excelencia operativa.
En relación a esto, el Máster de Biotecnología de la salud de CESIF busca dotar a los participantes de los conocimientos técnico-científicos necesarios para:
El programa es muy práctico y lleva a cabo la aplicación de las distintas áreas de management mediante el desarrollo, con el seguimiento de tutores, de un plan de empresa viable en el entorno biosanitario, realizando posteriormente prácticas en compañías punteras del sector.
En definitiva, el máster ofrece el poder complementar las áreas docentes con una preparación exhaustiva para la incorporación a compañías biotecnológicas o divisiones biotecnológicas de compañías farmacéuticas y la consecución de las competencias específicas necesarias para el desarrollo profesional en el área de la gestión empresarial. Además, el prestigio de la escuela de negocios que el alumno elija, el claustro de profesores y los partners con los que cuenta, son claves para un posterior desarrollo profesional.
En esta línea, el Máster en Biotecnología de CESIF está considerado como uno de los mejores másteres de biotecnología, según la última edición del ranking Mejores Másteres de El Mundo.
El claustro lo forman profesores de altísimo nivel, que están en activo en compañías punteras del sector y, en cuanto a partners, CESIF cuenta con el apoyo de entidades y asociaciones destacadas de cada área. Sumado a esto, es importante señalar que los estudiantes, además del Diploma emitido por CESIF, obtienen el Título Propio de la Universidad San Pablo CEU. Sin duda, un valor añadido para los alumnos.
