Que la industria agroalimentaria es la más contaminante del planeta es un hecho del que ella, y los principales fondos de inversión del mundo son conscientes. Por ello, se sitúa como uno de los primeros sectores en recibir inversión para su transformación hacia prácticas más sostenibles.
Con el objetivo de revertir este escenario, además de la inversión, requiere de la sinergia con otros sectores como el biotecnológico. En esta línea se sitúa MOA foodtech, la empresa fundada por Bosco Emparanza.
Bosco entró en la industria biotech a través del Máster en Biotecnología de la Salud de CESIF. Comenzó su carrera profesional en una consultora, en las áreas de ventas y negocio, y fue desarrollándose hasta llegar a crear MOA foodtech, empresa que, combinando biotecnología e inteligencia artificial, transforma los residuos y subproductos de la industria agroalimentaria en una "proteína de nueva generación" de alto valor nutricional y 100% sostenible.
Mi recorrido hasta llegar a MOA ha sido muy diverso. Cuando acabé el máster, empecé unas prácticas en la industria biotecnológica, luego pasé a la industria farma y, desde entonces, me he dedicado al desarrollo comercial en el ámbito salud. Al finalizar estaba más enfocado en alimentación y, a raíz de la cuarentena, monté MOA foodtech.
En la cuarentena, al igual que muchos de nosotros, tuve bastante tiempo libre para pensar. Vi que mis pasiones eran la biotecnología y la sostenibilidad y, a partir de esa reflexión, empecé a construir una idea que más adelante, con el soporte de mis compañeros y fundadores, se convirtió en MOA.
LOS RETOS ACTUALES DE LA BIOTECNOLOGÍA EN EL SECTOR ALIMENTARIO
Nosotros partimos de la premisa de que la industria agroalimentaria es la industria más contaminante del planeta, por eso, desde el principio y teniendo en cuenta las alternativas en cuanto a proteínas que hay en el mercado, quisimos hacer una solución que fuese 100% sostenible y con un valor nutricional muy alto. Estos dos valores son los que nos definen.
Yo no diría que hay una fase, todas son complicadas y en todas tienes que ir aprendiendo. Gracias a tener un equipo disciplinar las vas supliendo. Sin embargo, para ser más concreto en cuanto a fases complicadas, diría que es la búsqueda de partners en los que puedas confiar y que de verdad te ayuden. También estaría el levantar capital. Uno de los aspectos más duros son las rondas de inversión, porque ahí entran abogados, diferentes empresas, inversores,… y tienes que agrupar los intereses de todo el mundo en un mismo documento.
En mi opinión, y hablo como emprendedor y como comercial en otra vida, para mí las claves son la comunicación. La comunicación es vital para saber transmitir lo que quieres vender, tus ideas o tus proyectos. El otro pilar es, la comprensión. Comprender las necesidades del que tienes enfrente, o de la empresa o sector, y cómo puedes ayudarle es esencial. Por último, el idioma internacional en esto es el inglés y yo creo que es el otro punto fundamental.
Los retos de la biotecnología en el sector alimentario ahora mismo son bestiales. La industria agroalimentaria es la más contaminante del planeta y es ella misma la que está optando por ir hacia la sostenibilidad. Con este fin le están apoyando los grandes fondos de inversión de todo el mundo.
En este contexto, los grandes retos de la biotecnología se centran en hacer asequible para la industria alimentaria toda su tecnología. Actualmente estamos desarrollando fármacos, anticuerpos,… pero en la industria agroalimentaria tenemos que generar proteínas, ingredientes, carnes,.. y demás utilizando las herramientas de la biotecnología, pero a un precio más asequible.
LA EXPERIENCIA ES CLAVE
El Máster en Biotecnología de la Salud me ha ayudado en muchos aspectos. El primero fue entender cómo funciona la industria biotech y la industria farma. Comprender quiénes son los players y cómo se gestionan los acuerdos, las licencias, cómo acceder al mercado con una solución tecnológica,… y, también fue clave para la adquisición de experiencia. La experiencia es clave, y si vas a emprender, por supuesto que también. La experiencia te ayuda a entender cómo funciona una empresa por dentro, como se trabaja, cuáles son las necesidades, cómo puedes aportar, qué cosas no hacer y hacer como jefe,… cualquiera de estos puntos es crucial para tu desarrollo profesional.
En un primer momento te aporta la formación y el acceso al mercado laboral y al ecosistema biotech español. Pero, más adelante, te das cuenta que aporta otras cosas mucho más importantes como el profesorado. Yo sigo teniendo relación con los profesores que me dieron clases, e hice el máster hace unos cuantos años. Ellos se han convertido en mucho más, en algunas ocasiones han sido mis proveedores o clientes, en otras me han dado entrada a fondos de inversión, a charlas, a congresos,… Lo que al principio es un profesor y tú eres un alumno, al cabo de los años, si lo sabes aprovechar, es mucho más que eso.
LO QUE AL PRINCIPIO ES UN PROFESOR Y TÚ ERES UN ALUMNO, AL CABO DE LOS AÑOS, SI LO SABES APROVECHAR, ES MUCHO MÁS QUE ESO
Pues volviendo a mi experiencia, cuando empecé el máster yo quería dedicarme al sector salud y la industria biotech o la industria farma que era lo más atractivo. Sin duda, abrirme a otros sectores como la alimentación, que al principio me parecía menos atractivo, me ha abierto un mundo. Por ello, mi recomendación sería que no se limitasen en otros sectores, que no buscasen trabajar únicamente en una big farma.
Hay unas oportunidades brutales en otras líneas como la sostenibilidad, la alimentación, las energías, los materiales,… y son sectores donde puedes tener un mayor impacto en la sociedad y en el medioambiente.
Y, por último, recomendaría trabajar el networking, mantener esas relaciones con tus compañeros y profesores.
Cuando busqué máster me decanté por CESIF por las temáticas y, por lo que para mí es más importante, los profesores. Estos son personas que trabajan en el sector y que toman decisiones a un alto nivel. Vi la oportunidad de no solo aprender de ellos, sino también de entablar relación.