Mi trabajo de formación y coaching con profesionales y equipos de Regulatory, dos encuestas llevadas a cabo en los últimos años sobre el perfil de Regulatory, y también mi propia experiencia, me siguen llevando a hacer dos afirmaciones, que, de algún modo, llevan implícitas cierta contradicción:
Esto no será una generalidad en todos los casos, pero sí se repite con bastante frecuencia y sigue siendo un síntoma de lo que yo llamo “el síndrome del experto”. En él, perfiles de alta capacitación y expertise, se olvidan, más a menudo de lo que sería deseable, de que hacen falta (también) otro tipo de habilidades.
Atendiendo al primer aspecto, el reconocimiento en la organización, si bien es un gran valor, un gran activo para estos profesionales, que ejercen su trabajo con un alto grado de profesionalidad, no deja de haber un “pero”. Los “pero” siempre nos invitan a prestarles atención para abrir nuevas oportunidades de acción. En este caso, cuando entramos a valorar los criterios que soportan este reconocimiento, escuchamos:
¿Qué se echa de menos en esta ecuación? El liderazgo.
Así enlazamos directamente con el segundo aspecto: la propia percepción de los “protagonistas”, que se perciben y son vistos como un departamento técnico, de soporte, que no participa, como debería (y esto lo añado yo), en el negocio.
Cuando en el aula, en procesos de coaching individual o en trabajo con equipos de Regulatory, me hablan de la necesidad que sienten de reforzar su liderazgo, de tener más impacto e influencia, de entrenar sus habilidades de comunicación y de negociación; de que necesitan tener mayor visibilidad en el negocio, de que son conscientes de que tienen un rol muy relevante y estratégico, pero a menudo, no son reconocidos por ello,… detrás de estas necesidades, se identifica una gran oportunidad.
Primer “aviso a navegantes (profesionales de Regulatory)”: tenéis una gran oportunidad para trabajar en vuestro liderazgo y empoderamiento en la organización.
ESTRATEGIAS DE MEJORA
Y para ello propongo dos estrategias, a mi juicio, definitivas y preparatorias del éxito:
1. SI TE COMPORTAS COMO UN "TÉCNICO" SERÁS VISTO COMO UN "TÉCNICO"
El primer paso para el cambio es tomar consciencia. La forma de tomar consciencia es la reflexión, la indagación sobre qué puedo hacer distinto.
Y para ayudar en esta “empresa”, os invito a responder a estas preguntas:
En base a lo que respondáis podréis identificar lo necesario para provocar el primer cambio: cómo quieras ser visto en la organización, así tendrás que actuar; esto tendrá una consecuencia directa e inmediata en tu liderazgo.
En perfiles de alta especialización y gran carga operativa de procesos, procedimientos, y normas, el reto es aún mayor por lo que hará falta un mayor esfuerzo para abandonar la “obsesión” por ser un experto y abandonar creer que tu principal “valía” y “valor” profesional radica en ello.
Sabemos que no basta con observar el síntoma, sino que hay que atajar la causa. Para ello, es necesario un cambio de foco y de enfoque: desapegarse de tener que ser un experto, para enfocarse en poner el conocimiento al servicio de la organización. Es decir, pasar a ser un “facilitador del negocio”, no (solo) un experto.
Y ¿por dónde empezamos? ¿Qué necesitas para ello? Entramos así en la segunda estrategia: cambiar el foco de la formación. Si solo pongo foco en seguir siendo un experto, conseguiré más de lo mismo.
2. SI SOLO PONES FOCO EN TU CAPACITACIÓN TÉCNICA,...
Se sigue observando, que el foco formativo de estos profesionales continúa estando en la actualización regulatoria y en habilidades “hard”, en detrimento de habilidades de management y de liderazgo; pareciera que éstas no “van con ellos”.
No hay duda de que lo que los ha llevado hasta donde están es el expertise regulatorio, las competencias técnicas, sin ellas no pueden ganar la confianza de la organización. Daniel Goleman, en su modelo de liderazgo basado en la Inteligencia emocional, califica a estas competencias (intelectuales o duras) como competencias umbral, ya que son la condición necesaria para acceder a un determinado puesto. Sin embargo, nos dice, que no se debe dar por hecho, que sean condición suficiente para el éxito profesional.
Y si a esto le sumamos un nuevo entorno, que ha cambiado y es cambiante (no solo por el COVID); vivimos ya inmersos en un entorno complejo y competitivo; las reglas y los actores del juego, han cambiado, y cada vez se necesita más de habilidades como:
Hace años las claves para el crecimiento profesional eran el conocimiento y la experiencia en el área funcional. Hoy son las habilidades soft, las que van a impulsar la carrera profesional. Son las que hablan de:
Son las que nos ayudan a liderarnos y liderar y desarrollar a otros.
Los conocimientos técnicos, ahora más que nunca, no son suficientes. Nos lo dice los expertos, quienes aseguran que: “El éxito de los nuevos profesionales depende mucho más de sus capacidades (soft) que de sus conocimientos”.
Sin embargo, seguimos actuando como hace años: diseñando nuestro plan de carrera solo con una perspectiva del crecimiento curricular y de la experiencia.
Por tanto, ahí va el segundo “aviso a navegantes (profesionales de Regulatory)”: la llave de vuestro liderazgo futuro está en poner foco en la formación en tus habilidades soft.
LA LLAVE DE TU CRECIMIENTO PROFESIONAL, ESTÁ EN LA FORMACION, TAMBIEN EN LA ERA COVID…
Centramos nuestros esfuerzos y hacemos nuestras inversiones formativas (grado, master, postgrado) como puerta de entrada al mundo laboral; después, nos “acomodamos” a la tarea, confiando en que sean los aprendizajes sobre el terreno los que nos hagan crecer. Lo cierto es que con esta estrategia vamos ganado experiencia, pero perdemos oportunidad competitiva.
La llave del desarrollo de carrera y posibilidad de movilidad lateral dentro de la organización es un buen plan de formación. Según el informe Salarial Randstad 2021, la formación centrada en competencias profesionales es un aspecto muy importante a la hora de lograr un mejor salario, y mejora la empleabilidad. Y dice más, la formación ha de acompañar a nuestra trayectoria profesional, para poder responder a las necesidades del mercado laboral y acceder a categorías superiores. Es sin duda, el mejor impulso en nuestro presente y futuro profesional, y está a nuestro alcance, solo hay que buscar la oferta formativa en el mercado que dé respuesta a nuestras necesidades, para seguir siendo reconocidos en la organización y para ser vistos como un referente estratégico en ella.
Tercer aviso a navegantes (profesionales de Regulatory): esta oferta formativa ad-hoc para impulsar el liderazgo en competencias soft para perfiles de Regulatory existe y está disponible; no hay excusa, para el impulso de tu carrera profesional, también en época COVID.
EL PLAN DE FORMACION Ad-Hoc PARA REGULATORY
CESIF, junto con Regulatory 3.0, en su oferta de Executive Education cuenta con un programa de especialización para formar a los profesionales de Regulatory y Compliance para el desarrollo de en competencias de negocio, liderazgo e influencia. El próximo 7 de mayo, en formato presencial y ahora también en streaming, comienza en Madrid la IV edición del programa “Regulatory & Compliance, socios estratégicos en el sector salud”. Los participantes califican el programa como un acelerador imprescindible en su crecimiento profesional, el 100% de los participantes recomendaría el programa.
Más información en este enlace.
Artículo de:
Mar Martínez Trueba
Formadora, coach y experta en liderazgo. Fundadora de Regulatory 3.0.
Directora Académica del Programa Executive “Regulatory & Compliance: socios estratégicos en el sector salud”, de CESIF.
Algunas Fuentes: